Una de las claves para ser feliz, dicen, consiste en visualizar la felicidad. Hacer efectivo el poder de visualización.

En sentido contrario, nos decía John Mc.Whirter, dentro de los programas a los que he asistido para formación en DBM®, que «no hay necesidad de tener una visión de futuro para ser feliz».

Ponía el siguiente ejemplo:

«Un campesino con su terreno, no necesita visualizar nada para ser feliz»

Fui entonces a hacer trabajo de campo. Visité a mi amigo Julian(1) para comprobar si tuvo alguna visión antes de ser feliz, que lo es.

Y lo más importante para lo que viene a continuación, no iba a «adornar» la entrevista.

Julián es «directivo», dirige su empresa, su oficina está a la intemperie, no usa portátil, no trabaja desde casa, ni tiene e-mail.

Sí tiene clientes, proveedores, competidores, colaboradores, una jornada extensiva, reguladores que le imponen normas, y como todo directivo está sujeto a las reglas del mercado.

En tu trabajo de campesino, ¿Eres feliz?

– No sé a qué te refieres, y no soy campesino, soy ganadero -me dijo-. Y sí, me siento bien, contento.

– Y pensando en el futuro para ser más feliz ¿Qué te gustaría tener, hacer, alcanzar profesionalmente, «como ganadero»? -le aclaré-

– Solo pienso en el futuro para hacer cambios. Tengo que atender  mi trabajo al que acudo cada día, porque mis animales no entienden qué es el fin de semana, ni el día de Navidad,.. ya sabes.

– Vengo, organizo las tareas, hago lo que tengo que hacer, y me vuelvo a casa.

¿Y no tienes problemas o preocupaciones? Sí, como cada uno en su trabajo. Cuando alguna vaca se pone de parto, estoy preocupado y me quedo toda la noche para que todo salga bien.

– Me preocupa que no llueva en invierno, y la manía de unos por bajarnos el precio de la leche y la alegría de otros por subirnos el precio del pienso.

-¿Y qué visión tienes del futuro? Si tuviera visiones iría al médico. Pienso en el presente. Nacen terneritos y voy ampliando el ganado, vendo, compro algún semental.

…si prevemos problemas hablo con mis hermanos, pensamos en lo que puede deparar el futuro y, según las circunstancias, voy tomando decisiones que van cambiando las cosas.

– ¿Puedes poner un ejemplo? Durante el último año he quitado las cabras porque estos animales son muy inquietos y me dan mucho trabajo. Ya tengo muchos años…ahora estoy criando ovejas, son animales más tranquilos y también hay demanda.

Durante la conversación añadía una idea amplia de presente acotando su estrategia y presupuesto en las estaciones del año (en 4 trimestres, como en muchas empresas). Si es verano, el futuro es la primavera.

Conozco a Julián hace 25 años, él dice que no necesita una visión para sentirse feliz. Trabaja con la realidad, no tiene visiones.

(1) Julián es un nombre ficticio no lo es la entrevista -ni toda la «fotografía»-

mgd.