En las relaciones a largo plazo e intensas, una de las cosas que solemos hacer es centrarnos en sentimientos pequeños y dominantes y, como un eclipse, dejan a oscuras algunas zonas.
 
Año 2014-diembre: Mi querida esposa me pidió la semana pasada que pusiera una lavadora antes de salir de casa (se me olvidó). Pocos días después me sugirió bajar al supermercado para comprar mermelada, que se estaba terminando… (dije que sí, de aquella manera) y recientemente me pidió que recogiera la ropa del tendedero porque parecía que iba a llover (se me olvidó,…una vez más).
La acumulación de sucesos en apenas tres semanas, y concretamente en el último caso, en donde se empapó la ropa tendida,  me expresó su enfado. En el contenido de su lenguaje verbal y no verbal me reprochaba veladamente la ausencia de cariño hacia ella, siendo esto más dominante que el verdadero amor que  entre nosotros sentimos.
 
Año 1998-diciembre: Entonces éramos recién casados, sin hijos y no había que tender la ropa ni poner lavadoras con tanta frecuencia y urgencia, ni ir a por mermelada. Entre  ella y yo solo había espacio para el amor, todo era agradarnos, teníamos tiempo para las cosas grandes y no había cosas pequeñas que atender y si las había era poco el espacio que ocupaban.
 
En las relaciones a largo plazo e intensas, hay menos espacio para pensar en toda  nuestra experiencia juntos y más para pensar en la presencia de las cosas que nos molestan.
Por eso es necesario esforzarse en pensar en cosas más grandes…esto no quita para poner -yo y ella- más atención y esfuerzo en las cosas pequeñas  y a la vez conectarlas con una «buena razón para hacerlas» dando sentido y utilidad a nuestra relación, a nuestra existencia.
También en las relaciones entre compañeros, jefes/colaboradores, clientes/proveedores, emergen cosas pequeñas que por ausencia o malentendidos nos molestan, deterioran y eclipsan lo sustantivo de la relación que entre ambas partes mantenemos.
 
Para que las cosas pequeñas no eclipsen la relación proponemos 3 preguntas grandes (que deben plantearse las dos partes)  para dar mayor sentido, utilidad y beneficio a nuestra existencia. (Es el porqué de nuestra relación social, laboral o mercantil.)
 

1.     ¿Qué nos une?
2.     ¿Cómo hacer para unirnos más y mejor?
3.     ¿Qué conseguimos juntos?