La serie televisiva de ficción Ready Player One, de Steven Spielberg, se contextualiza en 2045, en un mundo virtual.

El protagonista, Wade Owen, es un joven nacido en 2027, después de la «carestía del sirope de maíz» y tras una «revuelta por el ancho de banda», sucesos a los que sus padres no sobrevivieron -dice-.

Su mundo real es precario. Viven hacinados en torres de casas prefabricadas y la chatarra invade cada centímetro cuadrado. Principalmente habitan un mundo en el que directamente no hay nada que hacer.

El joven Wade lo expresa así: «La realidad es un coñazo, todo el mundo busca la forma de evadirse».

Para evadirse de los problemas reales participan en un videojuego llamado Oasis, con gafas VR, de realidad virtual.

Lo justifica así:

Vivimos en un mundo virtual porque la gente ha decidido sobrellevar los problemas en vez de arreglarlos.

Después de leer: «…la gente ha decidido sobrellevar los problemas en vez de arreglarlos» pare y revise si es posible  que Ud. haya iniciado un proceso de pensamiento parecido a este:

1º Encajar el juicio

2º Verificar en su entorno la confirmación de que es verdad.

3º Darle sentido -recuerde que nos gusta tener razón-.

Esta secuencia es calificada como «Sesgo a la veracidad» por el periodista y escritor Malcolm Gladwell, y:

Es la facilidad con la que damos sentido o veracidad a nuestros juicios, con poca o ninguna evidencia.

Da más información alrededor de ello en esta entrevista que publica  El País.

Declara Gladwell que su trabajo es complicar las cosas -en el mundo real-. Hacernos ver que hay una historia compleja detrás de lo que parece obvio, y que es divertido cavar hondo y dar acceso a cuerpos de conocimiento con los que no estamos familiarizados.

Creamos mundos virtuales cuando nos justificamos con falacias y juicios que encajan fácilmente sin comprobar lo que realmente hacemos (nosotros) para resolver los problemas, en vez de sobrellevarlos.